Fútbol femenino
El fútbol
femenino, generalmente referido como fútbol femenino (o fútbol femenil en
México) es el más prominente deporte de equipo entre las mujeres en muchos
países, siendo una de las pocas disciplinas deportivas con ligas profesionales
en este ámbito.
Historia del fútbol femenino
La mujer ha sido importante en el desarrollo y evolución del
fútbol hasta nuestros días. Las primeras evidencias datan de los tiempos de la
dinastía Han en el que se jugaba una variante antigua del juego llamada Tsu
Chu. Existen otros deportes que indican que en el siglo XII, era usual que las
mujeres jugaran juegos de pelota, especialmente en Francia y Escocia. En 1863,
se definieron normas para evitar la violencia en el juego con tal de que fuera
socialmente aceptable para las mujeres. En 1892, en la ciudad de Glasgow,
Escocia, se registró el primer partido de fútbol entre mujeres.
El documento más conocido acerca de los comienzos del fútbol
femenino datan de 1894 cuando Nettie Honeyball, una activista de los derechos
de la mujer, fundó el primer club deportivo denominado British Ladies Football
Club. Honeyball, convencida de su causa declaró que con esto quería demostrar
que la mujer podía lograr emanciparse y tener un lugar importante en la
sociedad que por entonces excluía a muchas mujeres.
La Primera Guerra Mundial fue clave en la masificación del
fútbol femenino en Inglaterra. Debido a que muchos hombres salieron al campo de
batalla, la mujer se introdujo masivamente en la fuerza laboral. Muchas
fábricas tenían sus propios equipos de fútbol que hasta ese entonces eran
privilegio de los varones. El más exitoso de estos equipos fue el Dick, Kerr's
Ladies de Preston, Inglaterra. Dicho equipo fue exitoso, alcanzando resultados
como el de un partido contra un equipo escocés en el que ganaron por 22-0.
Sin embargo, al fin de la guerra, la FA no reconoció al
fútbol femenino a pesar del éxito de popularidad que alcanzó. Esto llevó a la
formación de la English Ladies Football Association cuyos inicios fueron
difíciles debido al boicot de la FA que los llevó incluso a jugar en canchas de
Rugby y a otras no afiliadas a la FA.
Tras la Copa Mundial de Fútbol de 1966, el interés de las
aficionadas creció a tal punto que la FA decidió reincorporarlas en 1969 tras
la creación de la rama femenina de la FA. En 1971, la UEFA encargó a sus
respectivos asociados la gestión y fomento del fútbol femenino hecho que se
consolidó en los siguientes años. Así, países como Italia, Estados Unidos o
Japón tienen ligas profesionales competitivas cuya popularidad no envidia a la
alcanzada por sus símiles masculinos.
Desarrollo en Latinoamérica
A diferencia de Europa, en Latinoamérica el fútbol femenino
no tiene un desarrollo tan fuerte. Brasil en particular ha desarrollado fuertes
ligas femeninas de fútbol, también esta Argentina que posee una liga de buen
nivel pero con poco apoyo e interés llamada Campeonato de Fútbol Femenino, y
Perú quién organizó en el año 2000 el primer Campeonato Internacional de
Clubes, y a su vez su selección se coronó campeona del torneo de los XV Juegos
Bolivarianos 2005 realizados en Colombia. Otros como Chile, recién se está
estableciendo una liga con una fuerte base para el desarrollo de la actividad.
Las actuaciones regulares de los equipos de la región y la designación de la
FIFA a Chile para la organización de la Copa Mundial Femenina de Fútbol Sub-20
del 2008 son una muestra del creciente interés por la actividad. En México existe
la Liga Mexicana de Fútbol Femenil que funciona en dos Divisiones, la SuperLiga
y la Premier.